Une técnica y emoción… es artesanía en estado puro!
Durante el proceso de fermentación, sólo el alcohol del vino se transforma en vinagre. El resto de aromas y sabores se mantienen en el vinagre sólo cuando el método utilizado es lento y delicado.
Por eso, frente a sistemas de fermentación industriales y rápidos para elaborar vinagres de alta producción y pocos matices organolépticos, en Badia Vinagres hemos elegido un método tradicional con cerca de 200 años de aplicación.
Inventado en 1823 por el químico alemán Schützenbach, sigue un proceso pausado y minucioso que permite extraer las mejores características del vinagre y de su vino de origen conservando mejor los aromas y sabores, alcanzando un toque de acidez muy agradable.
Mención especial merece el último paso del proceso de elaboración de nuestros agridulces de Riesling y Merlot, que continúa con una etapa de maduración en barricas de roble francés cuidadosamente seleccionadas.
En esta fase de envejecimiento, la madera incorpora aromas propios procedentes de las reacciones de intercambio entre las dos materias, consiguiendo afinar y equilibrar el vinagre final.